enero 04, 2006

62R > numero 002

A veces te ha
pasado que uno
no escribe lo que
siente, a mi si: yo
no escribo lo que
pienso, a veces,
pero debes de
hacerlo. Toda mi
vida ha sido
apagada, sin una
luz que me guíe.

Se siente horrible.
No hagas nada,
ponte a pensar en
lo que haces y
reflexiona."

Texto y dibujo de
Katya M. Cadena O.
9 años

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En algún momento de nuestras vidas todos hemos tenido la necesidad de aprender a leer y escribir para defender nuestros derechos y adecuarnos al mundo que nos rodea. Con la llegada del Internet y las nuevas tecnologías, hemos sentido la importancia de saber manejar someramente una computadora. Asimismo muchos de nosotros en algún momento hemos tenido la necesidad de satisfacer nuestros impulsos artísticos. En suma, podemos atrevernos y afirmar que todas y todos luchamos día con día para perseguir la información y el conocimiento que, por un lado, nos permita sobrevivir a los retos de nuestro presente, y, por el otro, satisfaga nuestra hambre de conocimiento y por ende nuestro deseo de crecer. Desafortunadamente los espacios que podrían proporcionarnos estos conocimientos son cada vez menos y, más que estar relacionada a nuestras necesidades sociales y comunitarias, hemos visto que en nuestra actualidad la educación está encaminada hacia el libre comercio y la globalización, es decir que no atiende a nuestras necesidades sociales y comunitarias. Un ejemplo concreto es que en una escuela tradicional se aprende a resolver exámenes, pero no a solucionar los problemas concretos que a menudo suceden en nuestra comunidad: inseguridad, desempleo, falta de comunicación, violencia familiar, entre otros. En consecuencia hemos visto la necesidad de crear importantes reflexiones y hacer nacer una nueva realidad educativa desde nuestra colonia, una escuela que pueda fungir como un laboratorio de ideas en el que se analicen y se busquen soluciones prácticas y teóricas de las dificultades actuales. Con la creación de la ESC. (iniciales de nuestra escuela comunitaria) deseamos contrarrestar los efectos negativos que actualmente suceden en nuestra colonia y al mismo tiempo pretendemos intercambiar experiencias y conocimientos con los vecinos que la habitan. Imaginamos pues una educación que esté relacionada a nuestras necesidades y formas de vida. Deseamos una nueva realidad educativa que sea fruto del saber compartido y de la cooperación de todos los que formamos esta comunidad.
Los talleres y los cursos que se proyectan abrir en dicha escuela han sido por sugerencia de nuestros vecinos; ellos, al igual que nosotros, desean construir una colonia más solidaria y preparada. Gracias a su apoyo hemos ido concretizando la ESC en su forma, espacio y contenido hasta el punto de platear una gran variedad de talleres que, en práctica, podrán beneficiar a niños jóvenes y adultos. Es así como los cursos de nuestra escuela quedarán divididos de la siguiente manera:

CURSOS Y TALLERES COMUNITARIOS: curso de alfabetización. / Taller de lectura / taller de matemáticas / curso de historia / curso de inglés / curso de italiano/ taller de computación básico,

ÁREA SERVICIOS: consultorio médico / consultorio sobre las violencias (y psicología) consultorio legal

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Cuando el frió llega a la tierra de los patos, de repente, sin que nadie diga nada, sin que se de una asamblea que lo decida, un pato, uno cualquiera, se levanta en vuelo. El pico dirigido hacia el sur y las alas batiendo con la fuerza de las ganas de estar mejor. Este primer pato se levanta en vuelo y sin que se voltee a decirlo, los demás se levantan en vuelo y lo siguen. Cuando el primer pato se cansa, se hace a un lado y aquel que sigue lo sustituye en frente. Y así hasta llegar a la meta. Al final del viaje todos habrán guiado al grupo y nadie podrá decir que haya un jefe, un dirigente.

La palabra comunidad y el concepto que en ella se esconde, tienen un origen tan sencillo como complejo puede interpretarse. La palabra común da origen a ese concepto. Común es todo lo que nos une, todo lo que nos hace compartir tiempo y sueños. Común son los deseos, común es la idea de que algo está mal, común es la gana de romper con todo esto para transformarlo. Dijimos romper? Dijimos transformar? Y como se hace?

El pato que se levanta en vuelo no tiene respuesta. Nadie tiene la respuesta. Es mucho instinto todo esto. Es ese instinto que los hace volar hacia el sur, hacia el lugar cálido que los haga estar bien.

Dijimos ROMPER. Dijimos TRANSFORMAR. La ruptura con este orden de cosas que nos dicen llamarse sociedad se da todos los días. Se da empezando desde las ganas de soñar hasta la practica cotidiana. La ruptura reside precisamente en el sueño de algo mejor, porque el mundo en el cual vivimos quiere que dejemos de soñar, quiere que nos conformemos con lo poco que nos conceden, que nos quedemos quietos bajos los ritmos de la música que nos venden, que nos narcoticemos con las drogas que nos venden, que nos adecuemos a la vida que nos permiten. La ruptura reside entonces en el sueño de algo diferente. La ruptura hoy es hacernos incompatibles con este sistema, que nos escapemos de sus reglas demasiado estrechas para nuestros deseos. Incompatibles eso somos. La transformación al contrario no se sueña, sino que se practica. La practica de la transformación es LA PRACTICA DE LO COMÚN que nos une.

Desde aquí abajo la bandada de patos dibuja un hermoso diseño en el cielo. Si la fijas bien te enteras de que dibuja una red. Una red en la cual cada pato representa un nudo de un hilo invisible que los une entre todos.

Somos una red, una red de individuos, de personas, de seres humanos. Somos una red de sueños antes que todo. Pero somos sobre todo una RED DE PRACTICAS, FORMAS Y ACTITUDES. Finalmente somos una red de conocimientos. Lo que nos hace red es la voluntad de meter en común, de compartir esos conocimientos para el bien común.

Si durante el vuelo un pato se cansa, si alguno de ellos se debilita, súbitamente otros dos lo flanquean, y lo ayudan a volar, a sostenerse, porque aquí no se trata de llegar primeros, sino que todos lleguen a su destino. El destino que nos hace comunes, el destino, la meta que todos queremos, es decir estar mejor.

La cooperación entre nosotros, que otra cosa no es sino LA COOPERACIÓN SOCIAL, ES LA RIQUEZA DE LA CUAL DISPONEMOS PARA REALIZAR NUESTRO SUEÑOS. Todos tenemos ideas, todos somos capaces. Miramos a las instituciones educativas como el no plus ultra del conocimiento, cuando al contrario, el valor alto del conocimiento se da de la experimentación, del encuentro y de las soluciones que entre todos podemos descubrir. Ese conocimiento producido por la cooperación social es la verdadera riqueza. En la red que somos la única forma de sobre vivencia es la solidaridad. La solidaridad que tiende la mano a quien ahora no puede, que comprende el esfuerzo de todos y lo respeta. La solidaridad sincera, que critica para ayudar, que ayuda para superar, que coopera para crecer, que crece para cambiar, que cambia para mejorar, que mejora para poder finalmente ser felices. Pero ESTA SOLIDARIDAD DEBE DE SER SINCERA Y DIGNA. Sincera cuando dice las cosas, cuando expresa dudas y certezas, cuando opina y cuando escucha. Y digna todas las veces que afirma y defiende su afirmación, sin miedo, porque nadie es estúpido, sin temores porque ninguna idea es vacía, al contrario todo puede enriquecer, absolutamente todo. Es necesario creerlo, nada más.
En la Biblia, maravilloso libro de historia y de filosofía, espectacular novela, increíble metáfora de la vida del ser humano, se cuenta de cuando Moisés un día decide rebelarse a los egipcios. La tiranía del faraón pide demasiado al pueblo. Y es así que se decide desobedecer a las reglas del tirano. El pueblo judío decide sustraerse al dominio. Porque hay el momento de la guerra, del conflicto, pero también hay el momento de la desobediencia, de la detracción. El pueblo judío, cuenta la Biblia, decide irse a otra tierra, la tierra prometida. Empieza así el éxodo. Cada quien recoge sus cosas, carga las cosas que quiere llevarse, que son para construir un nuevo país en otra tierra.
El éxodo a otra, nueva tierra. EL NUESTRO ES UN ÉXODO A OTRO MUNDO. Lo que estamos haciendo es irnos, sustraernos a este mundo hacia otro, más cálido, en el cual poder construir y realizar nuestros deseos. Empecemos a caminar, pues, empecemos a caminar hacia otro mundo. Carguemos con nuestro sueños, recojamos nuestras ideas que son las de todos nosotros. ES UNA GRAN RESPONSABILIDAD la de empezar a caminar juntos. Porque implica tender la mano a quien este cansado, porque implica apretar los dientes, porque implica defendernos del ejercito egipcio que nos persigue, porque significa confiar en el otro y hacer que el otro confíe en ti.

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